Enga, yo empiezo, así nos entretenemos un rato... uno corto:
Una viejecita, en mitad de una misa, se inclina y le dice al oído al esposo:
- Me acabo de tirar un pedito silencioso... ¿qué hago?
Y el marido le responde:
- Ahora nada, pero después cámbiale las pilas al audífono.
Uno un poco más largo:
Un hombre desesperado por la falta de trabajo tiene de repente una idea:
- Voy a vender polvos para adivinar.
En eso que se pone a cagar en un papel y le hecha los polvos por encima. Al día siguiente se va todo feliz hacia el mercado del pueblo a intentar vender su invento.
- ¡Vendo polvos para adivinar, señores polvos para adivinar…!
Llega un hombre y le dice al vendedor:
- A ver dame esos polvos a ver si lo adivino.
Toca los polvos con un dedo, se lo mete en la boca y dice:
- Pedazo de cabrón, esto es mierda.
- Ya vamos adivinando, ya vamos adivinando…